Preguntas frecuentes

Ir al psicólogo es cada vez una práctica más común y está menos estigmatizada. En muchos casos, esperamos demasiado hasta acudir a un psicólogo por el miedo al qué dirán, no fiarnos de los profesionales, desconocer en qué consiste el trabajo psicoterapéutico o dudar de su eficacia, no entender muy bien cuándo es el momento o quitarle importancia a problemas emocionales.

Aquí te resumo algunos motivos por los que acudir a un profesional de la psicología:

  • Sientes un malestar acusado durante mucho tiempo y no sabes qué más hacer para salir de ese estado.
  • No logras ser feliz por mucho que lo intentas, cuando notas que tu vida está descontrolada.
  • Cuando no sabes qué decisión tomar, qué camino elegir o te sientes perdido en la vida.
  • Cuando no sientes en ningún caso estados emocionales positivos.
  • Cuando las relaciones con los demás empieza a deteriorarse.
  • Cuando tu estado emocional afecta a muchas de las áreas de tu vida: trabajo, familia, vida social, etc.

El proceso del tratamiento psicológico se divide en tres fases, aunque algunas de ellas se solapan entre sí.

El primer proceso al acudir a terapia es la evaluación. No esperes de ningún profesional que trate o te devuelva demasiada información en sólo una consulta. Es importante realizar una entrevista inicial y posiblemente una evaluación más rigurosa (si el profesional lo considera conveniente), antes de trabajar los problemas que traes a consulta.

Después empieza el tratamiento psicológico como tal. Aquí se llevarán a cabo diferentes técnicas y se te darán herramientas para que puedas poner en marcha el cambio que necesitas en tu vida. 

La última fase es el seguimiento. Esta es necesaria ya que no se «da de alta» directamente al paciente, sino que el terapeuta cada vez irá espaciando las consultas en el tiempo e incluso te podrá llamar al cabo de los meses o años para ver si se mantienen los resultados que trabajásteis en consulta.

Es importante que sepas que hay una reevaluación continua durante toda la terapia, por lo que es posible que el proceso terapéutico no sea siempre en línea ascendente, sino que tendrás momentos estables, mejorías y recaídas.

Ir a terapia es un proceso que te va a ayudar para el resto de tu vida, ya que estamos hablando de modificar aspectos de tu conducta y tu personalidad. Es un proceso de crecimiento personal muy enriquecedor para cualquier persona.

Una de las preguntas más frecuentes que nos hacéis nada más llegar a terapia es cuánto tiempo nos va a hacer falta para mejorar. 

Esto es una pregunta tan variada como arriesgada. No se puede determinar con seguridad el tiempo que necesita cada persona, pues cada problema es distinto a otro, y cada persona necesita su tiempo, dependiendo de sus recursos, el momento en el que esté, etc. 

Por lo general, los tratamientos van de 3 a 12 sesiones. Pero no es más que una media. Hay algunos problemas psicológicos muy comunes que están  bastante estudiados y los tratamientos son muy estructurados, en estos casos solemos saber con más certeza en la primera consulta si ese problema va a ser un trabajo a más largo plazo o no.

Por lo general, nuestros profesionales son lo más eficaces posibles y establecen un plan de tratamiento individualizado, para que dependáis lo menos posible de nosotras.

Otro de los aspectos cruciales en psicoterapia es la confidencialidad y la protección de datos. En nuestro Centro de Psicología somos muy cuidadosas con este tema, puesto que entendemos que es un aspecto legal impresdincible para que la persona esté completamente tranquila y se sienta segura en sesión.

Al comenzar el proceso terapéutico, nada más llegar a la consulta, firmamos ambos un consentimiento de confidencialidad y protección de datos con toda la información que necesitas para que estés tranquilo y seguro de que nada de lo que hables ahí vaya a salir de ahí.

Es posible que en la búsqueda de un profesional de la psicología te encuentres con estas especialidades y no entiendas muy bien qué diferencia hay entre estos profesionales.

Actualmente el psicólogo general es aquel que termina la carrera (grado o licenciatura). Este psicólogo en principio no está especializado para trabajar en aspectos relacionados con la salud. No puede diagnosticar ni realizar tratamientos a personas que presenten alguna psicopatología.

El psicólogo general sanitario es un psicólogo que ha realizado el Máster en Psicología General Sanitaria, especialidad obligatoria actualmente para poder ejercer dentro del ámbito clínico. Estos profesionales tienen la formación necesaria para poder hacer evaluaciones, diagnósticos y tratamientos a aquellas personas que lo soliciten. 

Los psicólogos clínicos son aquellos que han cursado su Licenciatura o Grado en Psicología y además han realizado la formación PIR (Psicólogo Interno Residente) en la Sanidad Pública durante 4 años. Estos profesionales tienen las mismas competencias que los Psicólogos Sanitarios, solo que el ámbito de actuación también puede ser la sanidad pública además de la privada.

Todos nuestros profesionales son psicólogos sanitarios habilitados y acreditados por la Junta de Andalucía.

Hay muchos problemas que les pueden causar interferencias y malestar en la vida de nuestros hijos y también en la vuestra como padres.

Estos problemas pueden venir a raíz de:

-Dificultadas en las habilidades sociales de los niños.
-Problemas de aprendizaje.
-Problemas de conducta.
-Conflictos familiares.
-Dificultades en gestión y conocimiento de las emociones.
-Problemas de alimentación.
-Situaciones estresantes y problemas en su afrontamiento.
– Acoso o Bullying
– Duelos y dificultades de adaptación: fallecimientos, separación de los padres, etc.

Cuando ocurren algunas de estas situaciones y los peques son incapaces de afrontarlo, es necesario que acudan a terapia y así poder ayudarles a reconocer el problema y poner soluciones.

Esta es una de las preguntas que más me hacen los padres, y es a la misma vez difícil de contestar, porque dependen de muchos factores: el problema en sí, la edad del niño/a y capacidad de afrontamiento así como la de los padres.

En edades muy tempranas no se tiene ningún concepto preconcebido hacía la figura del psicólogo, ya que casi no han oído hablar de ellos, así que le podemos decir que vamos a ir a ver a un psicólogo y que nos va a ayudar sobre el problema que hay. Le informamos que nos va a enseñar muchas cosas.

En cuanto van avanzando en edad, es bueno anticipar la noticia al menos un día o dos antes de la visita, y explicarles el motivo por el cual sus padres han tomado la decisión de que puede venir bien ir a ver a un psicólogo.

En cuanto a los adolescentes, es importante explicarles bien el motivo y la decisión que hayan tomado sus padres, es importante que escuchéis su opinión, y que expliquéis que a veces es muy bueno pedir ayuda de terceros y que la visita al psicólogo solo significa cambios positivos.

Cualquier otra duda que os aparezca es importante que la resolvamos con antelación, por eso, pedidnos una cita informativa si tenéis dudas concretas acerca de esta cuestión.

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