En ocasiones la timidez y la introversión son términos que se confunden, pero no son lo mismo. Decimos que la introversión es un rasgo de una persona que no necesariamente tiene que significar algo negativo, son personas que están a gusto en soledad, le dedican mucho tiempo a sus reflexiones personales y tienen un gran mundo interior. Sin embargo, la timidez va más allá, mientras que el introvertido puede no querer relacionarse de la misma forma con los demás, y si lo hace, no le supone un grado de ansiedad elevado, las personas tímidas sí tienen miedo o ansiedad a entablar conversaciones y relaciones con los demás. A veces estas personas evitan estos encuentros sociales y de alguna forma les afecta en su día a día. Esta entrada va dirigida a estos últimos y a cómo vencer la timidez.
La timidez no es un trastorno en sí mismo. Podemos entender que una timidez llevada a su extremo sería un cuadro de ansiedad social o fobia social. Cuando este problema de timidez llega a afectar a la vida de la persona, se convierte en un problema susceptible a ser tratado.
¿Qué consejos generales os damos para saber cómo vencer la timidez?
Trabajar la asertividad
Aunque puede que tu problema no sea de habilidades sociales, podemos aprender estrategias para iniciar conversaciones, mantener y finalizar conversaciones de forma asertiva. Esto puede hacernos sentir mucho más seguros en cualquier tipo de conversación que tengamos y responder adecuadamente a los demás, abandonando el papel pasivo que hemos adquirido tantos años. Con esto quiero decir que tenemos que aprender a decir que no, expresar nuestras opiniones sin miedo a lo que puedan opinar, rechazar peticiones, expresar sentimientos, etc. sin necesidad de hacer daño a la persona que tenemos delante.
Exponte gradualmente
Sabemos lo difícil que es para ti exponerte a hablar en grupo. O quizá en situaciones con personas desconocidas. Te animamos a que hagas una práctica: exponte a hablar en situaciones donde al principio te encuentres cómodo o cómoda y te vayas exponiendo a tu ansiedad gradualmente. Puedes, por ejemplo, preguntar la hora por la calle, entrar en comercios y pedirle a la de la tienda alguna sugerencia, o simplemente sentarte en la parada del autobús a hablar con personas mayores. ¡Ellos estarán encantados de darte conversación!. Una vez que superes situaciones menos ansiógenas, puedes ir exponiéndote a otras más complejas, como podría ser, participar en grupo, levantar la mano en clase, o dar charlas más amplias. No vale de nada el trabajo interno si no te expones a tus miedos. ¿Cómo vencer la timidez? No deja de ser una fobia, por lo que la exposición a esas situaciones temidas es imprescindible.
Relaja tu nivel de autoexigencia
En ocasiones, y más cuando te preguntas cómo vencer la timidez, te exiges a ti mismo o misma ser una persona extrovertida, habladora, comunicadora y capaz desde primera hora. Eso no va a pasar. También te exiges hablar perfectamente, no cometer ningún fallo y analizas constantemente todo lo que piensas y dices por si va a ser juzgado. ¡Ni tú eres tan exigente con los demás! Así que, nadie lo va a ser contigo tanto como tú lo eres contigo.
Es posible
No estás solo en esto. Muchísima gente ha pasado por este problema y lo ha acabado superando. Muchas personas que hoy en día son grandes personajes célebres han pasado por este tipo de problemas. Así que deja de creer que no vas a salir de esto, ¡y ponte manos a la obra!
No evites
La evitación aumenta nuestros miedos. Hace más grande nuestros pensamientos catastróficos y anticipatorios. Cada vez que huyo de una situación social o la evito, se confirma mi pensamiento de que “no soy capaz de socializar”. Además, nunca se confirma lo contrario porque no te llegas a exponer a estas situaciones. Tienes que lanzarte a la piscina dando por hecho que vas a fallar, pero que seguramente habrá más ocasiones en las que lo harás estupendamente y, eso compensa, ya que a la larga, no estarás tan influenciado por tus miedos e inseguridades. Evitar es el mayor error de todos, ya que no generamos conductas nuevas y potenciamos las estrategias de huida.
Tal y como eres, está bien
A veces nos autoexigimos con nosotros mismos hasta límites insospechados. Habla con los demás, sé natural, auténtico, no pienses demasiado qué decir o cómo decirlo, a veces vale más simplemente soltar lo que pensamos. Si no tienes ganas de hablar en un momento dado, no lo hagas, si encuentras la forma de entrar en una conversación, hazlo, si tienes ganas de reírte, hazlo. Trata de usar siempre la autenticidad y naturalidad.
Si te has sentido algo identificado con lo que has leído y quieres empezar a recibir terapia, estamos encantadas de poder atenderte. Puedes solicitar una cita en el momento en que lo necesites. Es un gran paso hacia una vida más plena.