Somos seres sociales, y nos estamos relacionando constantemente a lo largo de nuestra vida. Ya sean relaciones familiares, amorosas, de amistad, laborales, etc. No sólo las relaciones de pareja son las únicas relaciones tóxicas con las que nos podemos encontrar. Y en ocasiones y casi sin percatarnos de ello, estamos dentro de un tipo de relación tóxica, donde sentimos que hemos perdido el rumbo, nuestros valores, nuestra actitud habitual, y aun así, seguimos ahí.
¿Por qué ocurre esto de no darnos cuenta de que estamos en una relación tóxica?
Por lo general, las personas que están dentro de las relaciones tóxicas, suelen ser las últimas en darse cuenta de que están en una. Estos individuos tienden a justificar, normalizar y naturalizar todos los comportamientos que están sucediendo, a pesar de que desde fuera nos puedan estar dando señales de que estamos en una de estas relaciones.
¿Qué es una relación tóxica?
Hablamos de relación tóxica cuando estamos en un tipo de relación que nos hace sentir mal constantemente, altera nuestra forma de ser, cambia nuestros gustos o preferencias, y todo esto cambia de forma gradual y casi sin darnos cuenta, donde además, este cambio se suele producir de forma unilateral. Donde las riñas o conflictos pueden ser habituales, donde los buenos momentos apenas existen. Donde puede haber riñas, culpas, mentiras, chantajes o problemas de comunicación.
¿Cuáles son los motivos por los que caemos en relaciones tóxicas?
- Miedo a los cambios. Las rutinas, la zona de confort nos atrapa, cayendo en la falsa idea de que se está mejor aquí que allí fuera.
- Creer que lo que nos aporta esa persona positivo no nos lo va a aportar nadie más, o incluso llegar a pensar que nadie nos puede llegar a querer tanto como nos quiere él o ella.
- Creer que no vamos a querer a más personas tanto como hemos querido a esta persona.
- Miedo a la soledad, a una soledad además muy desagradable, donde nos vemos solos y desamparados. A veces por este miedo irracional nos apegamos a relaciones que pueden llegar a ser muy dañinas.
- Por justificar comportamientos injustificables. Tenemos que trabajar en nuestros propios límites, ya que sino, cualquier cosa puede llegar a ser justificable y podemos pasarnos de “empáticos”, dejamos de ser “autocompasivos”.
- Por tener muchas ataduras a nivel contextual. Económico, hijos, vida en común. Agrandamos el problema en vez de buscar soluciones en este aspecto.
¿Cómo detectamos a las personas tóxicas?
Las personas tóxicas son susceptibles de entrar en relaciones tóxicas. ¿Qué actitudes puede tener esta persona?
- Envidiosos. No se alegran por los logros ajenos ni lo expresan. No son felices con sus vidas y por lo tanto, les da mucha rabia que los demás sí sean capaces de serlo, ya que evidencian su situación.
- Narcisistas y egocéntricos. Suelen ser siempre “yo”.
- Negativismo y quejas por doquier. Donde solo encuentran problemas constantemente.
- Las histriónicas, que sólo buscan estar en el centro de atención de todos los sitios. Esto hace que no dejen hueco a la empatía.
- Los que acuden con un rol víctima. Relacionado con el negativismo.
- Los que controlan constantemente, manipulan o usan el chantaje emocional.
Hoy te animo a que aprendas a detectar qué personas tienes tóxicas a tu alrededor y empieces a poner tus propios límites.
Para cualquier consulta, estamos encantadas de ayudarte.