La técnica de la ventilación emocional es muy usada en terapia para que las personas que acuden puedan canalizar y expresar todo aquello que nos oprime. Hay frases muy famosas dentro de la psicoterapia que reflejan muy bien el potente motor de este proceso como puede ser la de “emoción que es expresada, emoción superada”.
Es obvio que en muchos casos no basta con expresar, a veces hace falta hacer algo más con esa emoción que tenemos. Pero sí que es parte del proceso de gestión emocional cuando empezamos a aceptar, entender, escuchar o expresar todo eso que acontece dentro de nosotros.
¿Para qué personas puede ser especialmente útil la ventilación de las emociones?
Es cierto que es una técnica que nos sirve a todos, sin embargo, suele ser muy útil en personas que les cuesta especialmente abrirse emocionalmente a otras personas. Al rascar un poco, podemos ver que usualmente hay una serie de creencias en estas personas más reservadas que son desadaptativas cuando llegan a los extremos:
“Si me abro o expreso, van a preocuparse”
“Cuando muestro cómo me siento y me desahogo, los demás se van a cansar”
“para qué voy a decir lo que siento, si no va a interesar”
“no creo que decirle a los demás cómo me siento me pueda ayudar, no me van a decir nada que me sirva o que no sepa”
“si me muestro y expreso, van a saber mis debilidades y las pueden usar contra mi”
“expresar mis emociones es síntoma de debilidad”
¿Cómo cambiar estas creencias y entender que la ventilación emocional es muy importante?
Habría que analizar cada una de estas creencias de base, pero en definitiva, lo que ocurre es que estas personas, llegan con esta retaíla de procesos mentales a elaborar un patrón comportamental muy poco funcional, donde no se abren emocionalmente cuando se encuentran mal y de esta forma, no van a recibir apoyo en un momento dado. Decir que podemos vivir sin el apoyo de los demás es irracional, pues somos seres sociales.
- “Si me abro o expreso, van a preocuparse”: es obvio que van a preocuparse, pero la gente suele elegir y preferir que las personas importantes para él o ella se abran si están mal, a no saberlo. Además, a los demás por lo general nos gusta sentirnos útiles ayudando y escuchando a las personas que nos importan.
- “Si me muestro cómo me siento y me desahogo, los demás se van a cansar”: probablemente, si no lo hacemos de forma reiterativa, abrirnos emocionalmente nos acerca a la otra persona y se fortalece el vínculo, además de que a los demás les suele gustar ayudar (a veces ayudar es sólo escuchar y validar)
- “Para qué voy a decir lo que siento, si no va a interesar”: es muy probable que les interese, ya que somos importantes para ellos, y aunque lo que digas no sea interesante para ellos, si nosotros sí lo somos, les interesará lo que le digamos.
- “No creo que desahogarme me pueda ayudar, no me van a decir nada que no sepa”: puedes pedir consejo, pero no todo el proceso de expresión emocional tiene como objetivo dar consejos, ya que la escucha activa de por sí es ya muy terapéutica y necesaria.
¿Qué otras creencias bloquean esa expresión de emociones?
- “Si me muestro y expreso, van a saber mis debilidades y las pueden usar contra mi”: puedes elegir con quién abrirte, y también entendemos que las autorrevelaciones son simétricas y proceden de ambas partes, prueba a decir algo sobre ti y después preguntar a la otra persona sobre sus emociones
- “Si yo expreso mis emociones, es síntoma de debilidad”: es lo que nos suelen enseñar desde pequeños, que las emociones las vemos como síntoma de debilidad y tenemos que ocultarlas. Ya sabemos que esto es síntoma de baja gestión emocional y es saludable expresar cómo nos sentimos.
Parte de la gestión emocional es la ventilación de las mismas, ya que esto denota cierta aceptación de nuestros procesos internos, comprensión por parte de estos, y además con la expresión nos abrimos puertas a que los demás puedan estar ahí para ayudarnos.