Puede llegar un momento en nuestras vidas que necesitemos ayuda profesional, es totalmente normal, cómo elegir el mejor psicólogo para mi problema puede ser tedioso, y más si no entendemos muy bien sobre la temática: qué cosas debemos tener en cuenta, cuáles son los precios habituales, cómo determinar si estoy ante un buen profesional, y un sinfín de preguntas varias. Elegir el mejor psicólogo, en ocasiones, no es nada fácil.
¿En qué medida un psicólogo nos puede ayudar?
No es necesario que padezcas de un malestar enorme o que sepas qué es lo que te pasa para ir a un psicólogo. Las personas que acuden a terapia, a veces acuden sin saber bien qué desencadena su malestar, en otras ocasiones viene sabiendo más o menos qué lo ha originado o cree vagamente qué puede estar manteniendo esas sensaciones. En otras ocasiones, acudimos con un diagnóstico anterior para volver a trabajar, o trabajar nuevamente, un problema que te está aconteciendo.
No existe el mejor psicólogo de forma objetiva. El mejor psicólogo va a depender del momento en el que estés, del problema que tengas o de qué cosas son las que necesitas tú como persona.
¿Qué cosas nos indican que no estamos ante un buen profesional?
- Parece obvio, pero asegúrate de que se trata de un profesional titulado en Psicología. Hay mucho intrusismo en esta profesión, probablemente es de las profesiones donde más intrusismo existe, por lo que tenéis que aseguraros de que es un profesional titulado y colegiado. Cuidado, porque hay quien se hace pasar por “terapeuta”, o “consejero”, pero no son psicólogos. También los hay que han realizado algún curso sobre especialización en psicoterapia sin haber cursado la carrera de psicología (alguno que no esté regulado, como el coaching o PNL, que actualmente todos podemos hacer sin necesidad de ser psicólogos), y nos puede confundir.
- Por lo tanto, lo primero, asegurarnos de que ese profesional está colegiado. Para ello puede ser útil buscar en portales oficiales donde verifican los títulos oficiales, como Doctoralia, por ejemplo, o llamar al colegio de psicólogos pertinente de la provincia para comprobar si está dado de alta (ellos mismos también comprueban la veracidad de los títulos).
- Tener en cuenta qué especialidad estamos buscando. Existen tantísimas especialidades como os podáis imaginar. Psicólogos infantiles, neuropsicólogos, especialistas en trastornos del espectro autista, problemas de ansiedad… Y ya no sólo la especialidad en cuanto a la problemática que tengáis, sino entender que existen multitud de ramas psicoterapéuticas desde la que los psicólogos trabajan.
- Por lo tanto, el enfoque o abordaje psicoterapéutico que usa ese profesional es importante, ya que la terapia puede ser completamente diferente según desde qué corriente trabaje. Existen ciertas prácticas que no están tan avaladas por la ciencia como otras. Actualmente las que más rigor científico tienen son las terapias conductuales, cognitivo conductuales, sistémicas y contextuales. Sin embargo, hay cierta discrepancia en este punto, ya que hay terapias que funcionan muy bien para ciertos trastornos específicos.
¿Qué cosas tener en cuenta para darnos cuenta de que es el psicólogo adecuado?
Además de los aspectos antes mencionados, para elegir el mejor psicólogo, no debemos obviar la expresión de la confidencialidad. Es importantísimo abordar este punto en la primera sesión, pues la protección de datos y la confidencialidad escrita y expresa nos da cierta seguridad de que lo que decimos en terapia se queda en terapia.
Otro punto importante suele ser la evaluación. Ningún profesional debiera tratar sin evaluar. Por lo tanto, al menos en la primera sesión, tendremos que dar por hecho que el profesional necesita entrevistarnos y no está tratando sin saber a qué se está enfrentando. Por lo general, la evaluación no dura más de 4 o 5 sesiones, sin embargo, hay problemas muy específicos que pueden durar menos, o algunos más.
¿Cómo tiene que ser el proceso terapéutico si buscamos el mejor psicólogo?
El profesional no debe reservarse demasiada información sobre la terapia. Debería ser bastante transparente con los métodos que está utilizando, sobre la estructura de la sesión o qué objetivos se están trabajando.
Muchas veces los problemas que vienen a consulta no son trastornos como tal, sino dificultades concretas de la vida cotidiana, por lo que no deberías tampoco obsesionarte mucho con la idea de que un buen profesional deba darte un diagnóstico. De hecho, cada vez más se está viendo en qué medida dar una etiqueta diagnóstica pueda ser contraproducente o no.
Sí es importante que no te sientas juzgado en sesión. El profesional de la psicología debe tratar de generar buen vínculo terapéutico contigo y permitir que te sientas cómodo y seguro en terapia. Es obligado que el psicólogo sepa cómo establecer un buen ambiente terapéutico, y permita la confianza para que te abras a expresar tus problemas y emociones. De hecho, cada vez más se sabe que este vínculo es esencial y de lo más importante a tener en cuenta para que la efectividad de la terapia se produzca. Por eso, suele ser recomendable que llames antes al terapeuta o acudas a una primera entrevista para ver si te sientes cómodo o no.
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