El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, se caracteriza por un miedo persistente y acusado ante una amplia variedad de situaciones sociales, en las que la persona puede ser evaluada negativamente por otras (APA, 2000) Pero, nosotros como padres y/o maestros ¿sabemos cómo afecta el Trastorno de ansiedad social en niños?
El trastorno de ansiedad social (TAS)
Es un tipo de ansiedad que se genera cuando se pide a las personas que piensen en situaciones sociales o participen en ellas. Este tipo es mucho más que la timidez. Es un temor intenso que dificulta hacer amistades y disfrutar la compañía de otras personas.
Es normal sentirse nervioso en determinadas situaciones sociales. Por ejemplo, salir con alguien o dar un discurso puede causar una sensación de escalofríos o pérdida del control. Pero en el trastorno de ansiedad social (también conocido como «fobia social»), las interacciones diarias pueden causar mucha ansiedad, miedo, inseguridad y vergüenza, que se deben al miedo a la censura o a las opiniones de los demás.
En el trastorno de ansiedad social, el miedo y la ansiedad pueden conducir a evitar situaciones del día a día que pueden hacer cambiar vidas. El estrés fuerte puede afectar su trabajo diario, trabajo, estudio u otras actividades.
El trastorno de ansiedad social es una afección crónica de salud mental, pero aprender a hacer frente a situaciones en sesiones de psicoterapia puede ayudarte a ganar confianza, así como a mejorar tu capacidad para interactuar socialmente.
La fobia social es parte de un grupo de diagnósticos llamados trastornos de ansiedad. Los trastornos de ansiedad son un grupo de afecciones psiquiátricas que incluyen:
- El trastorno de ansiedad generalizada
- La agorafobia
- El trastorno de pánico
- La fobia específica
- El trastorno de ansiedad por separación
- El mutismo selectivo
- El trastorno de ansiedad social
El trastorno de ansiedad social (TAS) en niños
TAS es un trastorno psiquiátrico que afecta aproximadamente a del 3 al 7% de los niños y adolescentes. TAS se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Un miedo o ansiedad significativos sobre una o más situaciones sociales en las que otros pueden evaluar (juzgar) al niño(a)
- El niño o la niña teme que le juzguen de manera negativa debido a su comportamiento o porque parece estar ansioso
La severidad del TAS puede variar de leve a muy grave. En casos graves, el TAS puede incapacitar al niño o al adolescente de asistir o desempeñarse bien en la escuela o en los deportes, o de desarrollar relaciones con los compañeros. Muchos niños y adolescentes con TAS también tienen otras afecciones psiquiátricas, más comúnmente otros trastornos de ansiedad, el trastorno depresivo mayor, trastornos del espectro autista y el mutismo selectivo.
Síntomas en el Trastorno de ansiedad social en niños
Los niños con trastorno de ansiedad social muestran síntomas y signos que los niños normales no presentan. Estos pueden ser físicos, emocionales o conductuales. Incluyen:
- Mostrar timidez excesiva.
- Dejar de hacer algunas actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado
- Miedo de ir a la escuela y de la participación en actividades de la sala de clase tales como respuesta a los profesores, y evitar participar en funcionamientos de la escuela y acciones sociales
- Temor a situaciones donde podrías ser juzgado
- Gritos y lloros excesivo
- Confianza excesiva en padres o cuidadores
- Tener muy pocos amigos
- Evitar frecuentemente las situaciones sociales en las cuáles puede verse como centro de atención.
Síntomas físicos
A veces, hay signos y síntomas físicos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad social y pueden ser:
- Rubor
- Latidos del corazón rápidos
- Temblores
- Sudoración
- Malestar estomacal o náuseas
- Dificultad para respirar
- Mareos o aturdimiento
- Sentir que la mente se pone en blanco
- Tensión muscular
Tratamiento psicológico
1) Terapia de eficacia social para adolescentes, versión española (Social Effectiveness Therapy for Adolescents-Spanish version, SET-Asv; Olivares et al., 1998; García-López, 2007c).
El programa incluye tanto sesiones individuales como en grupo. Consta de 29 sesiones que se desarrollan a lo largo de 17 semanas, 24 de ellas se realizan en 12 semanas, puesto que cada semana los pacientes tienen una sesión individual (enfocado en la exposición) y otra sesión grupal (destinada al entrenamiento en habilidades sociales).
Las últimas cuatro sesiones, denominadas “Práctica programada”, son individuales. Los componentes relativos a la fase educativa, de EHS y exposición se entrenan durante las trece primeras sesiones de tratamiento. Además, el sujeto tiene una sesión más de ayuda en la que se realiza prevención de recaídas.
El formato estándar de las sesiones en grupo es:
a) breve resumen de los contenidos de la sesión anterior,
b) desarrollo del tema del día y,
c) tareas para casa.
El formato estándar de las sesiones individuales es:
a) revisión de las tareas para casa y b) exposición en vivo.
El último componente, la Práctica pro-514 GARCÍA-LÓPEZ, PIQUERAS, DÍAZ-CASTELA E INGLÉS gramada se comienza una vez que han finalizado las sesiones de EHS y Exposición en vivo. Su objetivo es maximizar la generalización y consolidación de los beneficios del tratamiento en el medio natural del sujeto.
2) Programa de terapia cognitivo conductual (CBT; Spence, 1995; Spence, Donovan y Brechman-Toussaint, 2000).
Es un programa de intervención cognitivo conductual compuesto por 12 sesiones, realizadas una por semana durante 12 semanas, seguidas por dos sesiones de recuerdo, una al tercer mes y otra al sexto mes de la finalización del tratamiento.
Cada sesión de tratamiento tiene una hora de duración, seguido por media hora en la cual el niño o adolescente puede practicar sus habilidades sociales aprendidas en la sesión de entrenamiento en un entorno social real y seguro, donde terapeuta y co-terapeuta proporcionan apoyo y refuerzo.
Para finalizar, se realizan de cinco a 10 minutos de ejercicios de relajación mediante entrenamiento relajación muscular e imaginación. Los componentes del programa son entrenamiento en habilidades sociales y resolución de problemas combinado con exposición graduada y reestructuración cognitiva.
Tras la finalización de cada sesión son proporcionadas tareas para casa, en las que el niño o adolescente se expone gradualmente a diferentes desafíos sociales fuera del entorno grupal empleando la habilidad aprendida en la sesión. Por último, el programa permite la participación de los padres a través de un entrenamiento focalizado en reforzar la práctica de habilidades aprendidas y no reforzar o ignorar las conductas socialmente ansiosas o de evitación de sus hijos.
Las rabietas infantiles: ¿Problema de conducta?
Es normal que los niños pierdan los estribos de vez en cuando. Cuando quieren algo o simplemente se sienten cansados, patean, lloran o incluso se tiran al suelo. No obstante, si pierde los estribos todos los días, esto puede ser un signo de comportamiento preocupante. Por ello me preguntan muchas madres y padres ¿son las rabietas infantiles un problema de conducta?
Conclusión
El Trastorno de ansiedad social en niños generalmente se dividen en dos categorías: La primera categoría se enfoca en las funciones sociales, incluidas situaciones anormales como hablar en clase y perder la paciencia. La otra parte se involucra en comportamientos sociales recíprocos, como cuando el niño tiene miedo de hacer nuevos amigos o de ir a la escuela.
La edad promedio de aparición del trastorno de ansiedad social en los niños es a los 13 años, pero de hecho, esta fobia puede incluso comenzar a los 3 o 4 años. Los padres deben dar prioridad al tratamiento temprano antes de que la enfermedad empeore.
Nuestro Centro de Psicología Vivae Psicólogos en Fuengirola dispone de una especialista en Neuropsicología infantil y educativa que estará a vuestra disposición para cualquier consulta que le queráis hacer en comentarios o por teléfono.