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Ataques de pánico en niños

No existe una diferencia sustancial entre el ataque de pánico en los niños y el ataque de pánico en los adultos. Quizás el factor más distintivo son las diferentes interpretaciones de los síntomas de cada uno. Pero primero, veamos qué es este trastorno de pánico.

No existe una diferencia sustancial entre el ataque de pánico en los niños y el ataque de pánico en los adultos. Quizás el factor más distintivo son las diferentes interpretaciones de los síntomas de cada uno. Pero primero, veamos qué es este trastorno de pánico.



Qué es el trastorno de pánico

El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad. La ansiedad es una emoción humana. Consiste en la activación del sistema nervioso autónomo ante estímulos o situaciones consideradas amenazantes. Por lo tanto, es adaptable porque puede ayudar a sobrevivir activando los recursos del cuerpo humano.

La ansiedad se convierte en un problema cuando la intensidad de la ansiedad es demasiado alta o se produce sin un motivo real de alarma. En este caso, perderá su valor adaptativo, lo que resultará en incomodidad y funciones anormales.



La ansiedad en los niños

Los niños y adolescentes (como los adultos) pueden desarrollar trastornos de ansiedad o ataque pánico. Ciertos eventos, como el inicio de la escuela, el nacimiento de hermanos y hermanas, la pérdida de familiares o el cambio de casa, pueden causar problemas.

Aunque existen muchas similitudes en la ansiedad de los adultos, las respuestas de los niños a los síntomas son bastante diferentes. El impacto negativo de la ansiedad infantil puede ser mayor que el de los adultos, porque aún no se han desarrollado los recursos que los niños necesitan para afrontar la ansiedad.

ataque pánico niños

La razón de esto es que ciertos eventos pueden tener un impacto emocional muy fuerte y pueden interferir con el proceso de crecimiento y madurez del niño. Además, este impacto puede manifestarse en el entorno social, escolar, personal y familiar de los niños y puede evolucionar hacia enfermedades más graves.

Algunos trastornos de ansiedad son más comunes en la infancia que otros, como el trastorno de ansiedad generalizada. Otros son problemas específicos de la edad o eventos muy específicos, como cuando los niños se separan de sus padres u otros objetos de apego.


Las rabietas infantiles: ¿Problema de conducta?

Es normal que los niños pierdan los estribos de vez en cuando. Cuando quieren algo o simplemente se sienten cansados, patean, lloran o incluso se tiran al suelo. No obstante, si pierde los estribos todos los días, esto puede ser un signo de comportamiento preocupante. Por ello me preguntan muchas madres y padres ¿son las rabietas infantiles un problema de conducta?




El ataque de pánico en los niños

El trastorno de pánico se caracteriza por ataques de pánico recurrentes que duran varios minutos u horas. Estos síntomas incluyen disgustos, síntomas físicos y cognitivos, que alcanzan la máxima intensidad en los primeros diez minutos. Luego disminuya gradualmente.

Los síntomas más característicos de un ataque de pánico son los siguientes:

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración.
  • Temblores.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Sensación de atragantamiento.
  • Opresión o malestar torácico.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Sensación de irrealidad o despersonalización.
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Parestesias.
  • Escalofríos o sofocos.

En los niños, los síntomas más comunes son palpitaciones, temblores, dificultad para respirar y mareos (Last y Strauss, 1989). Como hemos visto, en los niños, los síntomas cognitivos (miedo a la muerte o pérdida de control) son menos frecuentes. Por el contrario, dominan los síntomas somáticos o fisiológicos.

El trastorno de pánico infantil es más común en las niñas que en los niños. Su prevalencia es muy pequeña. La prevalencia general de adolescentes es del 1% (Lewinsohn, Hops, Roberts, Secley y Andrews, 1993). Por lo general, comienza en la adolescencia.

Nuestro Centro de Psicología Vivae Psicólogos en Fuengirola dispone de una especialista en Neuropsicología infantil y educativa que estará a vuestra disposición para cualquier consulta que le queráis hacer en comentarios o por teléfono.



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